Crepé de algodón con una caída suave, aireado pero estable para usar. El suelo rojo lleva calor, más cerca de la granada que del fuego: profundo, vívido, pero suavizado.
El rico bordado abarca el corpiño y las mangas, tallado en la tela con hilo denso. Las puntadas levantan y texturizan el crepé sin abrumarlo.
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